sábado, 2 de abril de 2016

"Pide un deseo"






Vengo a confesar una única razón de mil maneras diferentes. Mis documentos de Word no tienen título en la vida real porque en la surrealidad de mi habitación se llaman como tú.
Mis secretos contados a voces no tienen nombre en voz alta porque cuando me callo se llaman como tú. Mis días no tienen titulo con mayúsculas en el calendario porque en esta cabecita se llaman como tú. Mi vergüenza no tiene más motivos que una identidad que desconozco.
Por cada balazo que te llega a ti yo he cargado con los otros mil.
Las veces que derramas sangre yo estoy entre mareas de ella.
En el momento en el que eches de menos yo ya estaré fuera de tanto echarte.
Mi fuerza desatada es una milésima parte de mi rabia contenida.
Lloro porque me gusta llorarte y porque a veces no puedo hacerte nada más ni más grande.
Me desahuciaste tan despacio que acabé pensando que me había ido queriendo.
Cuando cargo una maleta te imagino en mis hombros para seguir caminando.
Todos los caminos llevan a un pasado. Pudiste besarme y escogiste la magia.
Mis demonios son mis mejores amigos. Alejarme sin ti se convierte en querer volver.
Me acojonan tus ojos de mar.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” me quedé callada.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” pedí una respuesta.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” quise que desapareciera la magia y no sabía lo que decía.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” me arrodillé porque mis deseos son una súplica.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” pedí que esa fuera la última vez.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un deseo” pedí un deseo a una estrella quieta, a una estrella muerta.
La última vez que me dijiste en voz baja “pide un funeral” yo pedí una estrella,

 y me aferré con fuerza.






https://youtu.be/GwJvb3Vf9LQ