sábado, 20 de febrero de 2016

Random cariño, random.

Me tocaste la punta de los dedos y al momento eché a correr sin moverme de la barra.
Me cogiste de los miedos y me llevaste a casa.
Me presentaste a mí misma sin conocerme y me encontraste mejor que nadie.
Fuiste mi parte favorita de una película que yo había escogido, mitad realidad mitad ostias certeras. El momento del mejor tema, la banda sonora perfecta para romper a llorar cada aniversario. Soledad. Ahora.
Fuiste el universo que te envuelve acariciándome por las noches,imagíname, eso que nunca quisiste creado de mí, desde ti, cariño.
De escupirme en la boca en lugar de besarme me creaste inmunidades contra todas las mierdas con las que tuve que encontrarme.
Si en algún momento dejé marca no fue para quedarme dentro sino para tener una cicatriz por la que volver a salvarnos esta inmortalidad.
Fuiste la tarde de la media perdida, media textil, nunca media vida. Aprender a bailar bajo la lluvia que no había. Saber el mundo gris en tu sonrisa.
Fuiste, las siete en punto durante diez días. Nueve noches intentado sumarse. La mentira del no es por ti. Es por todo esto.
Una boca de metro, una maleta cargada de sueños y un mar inmenso de volveres en formato llanto suicida por despedida.
Fuiste el año, el sueño, el intento, el maestro general genio, fuiste el acorde que sin querer se hizo la única música, con la que estoy dispuesta a morir bailando. La persona que tengo al lado mientras crezco.
Las gracias a un mago al que le creció en los ojos la magia una noche cualquiera leyendo Capitalismo sobre la cama.
La misma magia
Juro que sin chistera
La misma
Magia
Con la que ahora
Y ahora es cada día aunque no estés
Con la que ahora
me salvas.

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